El 60% de los universitarios confía en encontrar un trabajo acorde a su profesión

El 60% de los universitarios afirma que espera encontrar un trabajo dentro de su profesión una vez finalicen sus estudios. Es lo que se desprende de una encuesta realizada por Uniplaces, portal líder de reserva de alojamiento para estudiantes, a universitarios de todo el país para conocer sus expectativas de cara al futuro.

De entre quienes confían en una salida laboral que encaja con su profesión, sólo el 35% afirma estar seguro de que el puesto estará bien remunerado mientras que el 25% considera que tendrá un mal sueldo. Desde Uniplaces explican que “aunque la crisis ha afectado especialmente al acceso de los jóvenes al mercado laboral éstos entienden que los estudios son el camino para conseguir un futuro dentro de la profesión que han elegido y muchos prefieren trabajar ‘de lo suyo’ aunque esté mal pagado”.

El resto de jóvenes son menos positivos de cara a su salida laboral. Así, un 15% considera que es poco probable que encuentren un empleo de lo que han estudiado, otro 14% se decanta por presentarse a una oposición para lograr un puesto de trabajo estable y el 11% restante se siente lo bastante motivado como para autoemplearse fundando su propio negocio.

Además, de cara a mejorar su curriculum, el 46% de los universitarios afirma que ampliará su formación con el estudio de otro idioma mientras que el 45% se centrará en profundizar en materias relacionadas con su profesión realizando cursos especializados. Sólo el 9% se centrará únicamente en sus estudios.

Elección de carrera

En cuanto a cómo se han decantado por la carrera que están cursando la mayoría asegura que fue por vocación (el 75%). Mientras que el 19% seleccionó la carrera que consideró que tenía  más salidas profesionales y el 6% se conformó con la única en la que quedaban plazas libres de aquellas que prefería. Teniendo este dato en cuenta no es de extrañar que la mayoría asegure que tomaron la decisión de qué estudiar en base a sus deseos personales. Aunque, el 25% restante afirma que sí se vieron influenciados por otras personas: familia (15%), profesores (8%) y amigos (2%).

Independencia económica

Estudiar requiere tiempo, sin embargo, el 75% de los encuestados piensa compaginar sus clases con un trabajo. De ellos, el 38% afirma que buscará un empleo porque quiere ser independiente económicamente. Mientras que el 37% se verá en la obligación de buscar un empleo para poder hacer frente a todos los gastos. En este sentido, sólo un 25% de los jóvenes universitarios afirma que no necesita buscar trabajo porque con la ayuda de sus padres o con la beca que le han dado es suficiente.

Por último, en cuánto a dónde vivirán durante el curso la mayoría, el 47%, afirma que vivirán con su familia, el 41% compartirá piso por lo que, el 8% vivirá en una residencia y únicamente el 4% pasará su periodo universitario viviendo solo.

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Los hogares cerrados por vacaciones gastaron una media de 31€ de luz en agosto

La factura de la luz es, entre otros, uno de los principales quebraderos de cabeza de las familias españolas. Según datos de FACUA,  la factura de la luz ha subido un 76% desde 2005. Pero, ¿qué pasa cuando toda una familia se va de vacaciones y el hogar permanece todo un mes cerrado? Que a final de ese mes seguimos haciendo frente a la factura de la luz y a pesar de no haber hecho prácticamente uso de la energía eléctrica, se siguen pagando cuantías considerables.

Según un estudio realizado por Mirubee, la app que permite a los usuarios controlar desde cualquier dispositivo el gasto energético diario de cada electrodoméstico en la vivienda y ahorrar en la factura de luz, los hogares españoles cerrados por vacaciones gastaron una media de 31,25€ de luz en agosto (impuestos incluidos). Si lo desglosamos, en torno al 60% de la factura, unos 18,86€ se pagaron de media en concepto de potencia contratada (aunque no se haya usado ni un Vatio o se corte la corriente al salir) y el 40% restante, unos 12,39€ en energía consumida o, mejor dicho, desperdiciada, ya que al no haber personas en casa no debería haber consumo o éste debería ser cercano a cero.

Para realizar este estudio, Mirubee ha analizado un centenar de hogares españoles que hacen uso de la plataforma y que en agosto permanecieron cerrados con motivo de las vacaciones familiares. De este análisis, se ha podido comprobar que la potencia media contratada es de 4,13KW y que durante el período de vacaciones el consumo energético medio fue de 2,52KWh. Una cifra muy inferior a los 8,82KWh que se suelen consumir de media en períodos no vacacionales, pero que sigue siendo elevada teniendo en cuenta que no hay nadie en casa.

Según los expertos de Mirubee, este alto consumo en vacaciones se encuentra en la nevera y en los aparatos en stand-by. Tal es así que, tras analizar estos hogares cerrados, se ha comprobado que un 80% del total de energía consumida correspondía a la nevera y a los dispositivos en modo espera, llegando en algunos casos a representar el 100% del consumo. Mientras que en temporadas no vacacionales el consumo de los mismos suele representar en torno al 30% del total.

Y es que el gasto generado por la nevera es tan importante, pues está siempre conectada, como el consumo de los aparatos en stand-by. Este último va más allá de los televisores u ordenadores, pues también consumen electricidad, aunque no se usen, los equipos de aire acondicionado, los transformadores que alimentan los focos halógenos y, en general, muchos de los aparatos que están siempre enchufados aunque no tengan un piloto rojo.

Según los responsables de Mirubee, “es importante concienciarse y adquirir una serie de hábitos para evitar así gasto innecesario y reducir de manera considerable la factura de la luz en esos momentos en los que hacemos una escapada o nos ausentamos unos días del hogar”. Para ello, plantean dos recomendaciones muy prácticas:

–          Desconectar la nevera o poner el termostato en la posición de menos frío posible.

–          En el cuadro eléctrico, cortar la corriente de todos los subcircuitos que se pueda, manteniendo conectados sólo los indispensables como pudiera ser el de la nevera. De esta manera evitamos el consumo de electricidad de cualquier otro aparato que esté enchufado, aunque esté apagado.